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"Siento mucha felicidad"

Lunes 14 de Febrero, 2022
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Pablo Villaberde giró en el Autódromo Oscar Cabalén (Alta Gracia, Córdoba), comenzando su preparación con vistas a su debut en el Campeonato Argentino 2022 Río Uruguay Seguros de Turismo Nacional Clase 2, a bordo de un Ford Fiesta Kinetic

Dos días de pruebas en el Autódromo Oscar Cabalén (Alta Gracia, Córdoba) sirvieron para que Pablo Villaberde pudiera establecer las primeras conclusiones acerca del funcionamiento del Ford Fiesta Kinetic que conducirá entre los días 25, 26 y 27 de febrero en el Autódromo Ezequiel Crisol (Bahía Blanca), donde el piloto residente en Campana (Buenos Aires), debutará en la Clase 2.

La primera jornada fue dominada por las intensas precipitaciones que no detuvieron el plan de trabajo, limitado parcialmente por la adversidad climática. “Las pruebas fueron muy positivas, giramos con piso mojado y de acuerdo a lo manifestado por el equipo las referencias fueron muy buenas. Aprovechamos esa condición climática pues posiblemente tengamos fechas en esta temporada con lluvias, y para mí era necesario conocer cómo funciona el auto en pista mojada, más teniendo en cuenta que a mí me gusta correr en esa condición”.

La condición mejoró y pudo completar el primer día con buenas sensaciones. “Al finalizar el primer día logramos girar sobre el final con piso seco, pero me compliqué al momento de utilizar los neumáticos nuevos, todo forma parte lógicamente del proceso de adaptación al auto. Al día siguiente utilizamos la misma puesta a punto para seguir conociendo el vehículo y para mejorar puntualmente el tránsito en un parcial del circuito, terminando la prueba con muy buenas sensaciones. Tendré que trabajar puntualmente en el aspecto físico, es necesario para poder enfrentar toda la actividad sin problemas”, reconoció.

Con estas pruebas, Pablo Villaberde comenzó su camino en el Turismo Nacional, cerrando una etapa de una década sin siquiera probar un auto de carreras. Por ello, las sensaciones deportivas se mezclaron con las personales, generando ese balance netamente positivo al final de dos días de intensas y necesarias pruebas. “Siento mucha felicidad por estar nuevamente arriba de un auto de carreras, me encantó manejar un auto de Turismo Nacional. Hace diez años que no competía y la última vez que me subí a un auto de carreras fue un Fiat Uno, claramente es distinto en todo respecto a aquella referencia. Es hermosa la caja secuencial, la potencia del auto, el poder de frenado, todo en sí, pero principalmente estoy en un gran equipo”.