El 27 de marzo de 1994 falleció Osvaldo Morresi, cuando disputaba la tercera fecha del Campeonato Argentino de Turismo Carretera. Recordamos, en este día, al piloto sampedrino que se consagró Campeón 1978 de Turismo Nacional Clase B
Durante el día de hoy se cumplen 30 años del fallecimiento de Osvaldo Morresi (Pato), cuando se disputaba la tercera fecha del Campeonato Argentino 1994 de Turismo Carretera en La Plata, resultando ganador post-mortem el piloto representante de la Ciudad de San Pedro (Buenos Aires). En dicho incidente, y dos días después del fallecimiento de Morresi, perdió la vida quien fuera su acompañante en dicha competencia, Jorge Marceca.
Nacido el 15 de agosto de 1952, y a los 20 años comenzó sus primeras experiencias compitiendo en karting. Su debut en el automovilismo nacional ocurrió en 1974 corriendo en Turismo Nacional. Convocado por Victor Guzzo, el sampedrino corrió con un Fiat 128 IAVA preparado bajo Reglamento Técnico de Clase B, compitiendo con continuidad desde el año 1975. Pasaron cuatro años de aquella primera experiencia en Turismo Nacional hasta la obtención de su único título en la categoría y en el deporte motor nacional. Para ello, ganó cuatro competencias (Buenos Aires, Bahía Blanca, Las Flores y Buenos Aires) sobre un total de 49 carreras corridas.
Tras haber corrido hasta el año 1982 en Turismo Nacional, debutó dos años más tarde en el Turismo Carretera con un Chevrolet, marca con la que se identificó hasta sus últimos días. En la divisional logró ocho victorias entre los años 1986 y 1992 sobre un total de 157 carreras corridas. El 27 de marzo de 1994, mientras lideraba la competencia, perdió el control de su auto y un fuerte golpe contra un talud de tierra generó múltiples heridas que provocaron su fallecimiento a las 15:55 horas.
Quienes integramos la Asociación Pilotos Automóviles Turismo (APAT), recordamos este y todos los días a Osvaldo Morresi, quien fuera piloto de la institución y Campeón de Turismo Nacional Clase B en 1978. Su legado sigue vigente en el recuerdo de la afición automovilística y en el Museo Osvaldo Morresi emplazado en la calle 9 de julio 101 (San Pedro), donde se exhiben pertenencias del piloto, elementos de competición utilizados en su paso por el automovilismo y el Chevrolet con el que se accidentara en aquella fatídica competencia.